martes, 7 de agosto de 2007

Sobre las buenas y malas cábalas.



Pensar las ideas en un ambiente ameno y distendido siempre es buen comienzo, hacerlo con pisco Campanario, no lo es , pero la necesidad tiene cara de hereje decidió nuestro avaro equipo de cuentas.
Entre piscolas y anécdotas pasaron las horas, las suficientes para que el dueño de casa pusiera todas sus posesiones personales a cargo de la etílica responsabilidad de la agencia y tuviera tiempo para ir a bellavista hasta que se cerrara y volver a retomar su rol de anfitrión por otro buen rato más .Si bien el ambiente fue ameno, al día siguiente no lo fue tanto, sin duda es sacrificada la vida del estudiante, pero agencia que se queda en su cama no gana.
Tómenlo como un consejo gentiles lectores, lo barato cuesta caro.

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